Felipe Arrubla, presidente de Valorem, no solo lidera uno de los conglomerados más importantes del país, sino que
encarna una forma de liderazgo que combina visión estratégica, compromiso social y disciplina.
Ingeniero civil de la
Universidad de los Andes
y con más de dos décadas dentro del grupo empresarial, Arrubla
ha sido clave en la transformación de Valorem en una holding multisectorial con enfoque en sostenibilidad, innovación y generación de valor
para Colombia.
Felipe se describe como una persona optimista,
pragmática y con una fuerte vocación de servicio.
Su enfoque empresarial está marcado por una claridad poco común: “Cuando uno tiene una visión de largo plazo, hace que las crisis o los momentos difíciles sean más llevaderos”, afirma.
Esta mirada paciente pero decidida ha permitido que Valorem no solo sobreviva a contextos económicos adversos
, sino que prospere y se diversifique de forma inteligente.
Para Arrubla, el verdadero éxito empresarial
está en que las compañías sean capaces de sostenerse por sí mismas, sin subsidios cruzados ni dependencias artificiales.
“Las iniciativas tienen que ser autosostenibles y responsables. Si olvidamos la parte económica de la sostenibilidad, esa sostenibilidad no se da en el tiempo”, asegura,
en una afirmación que revela el equilibrio que promueve entre lo financiero, lo ambiental y lo social.
El modelo Valorem: diversificación con impacto
Valorem ha logrado consolidar un portafolio diverso que
incluye empresas como Caracol Televisión, Cine Colombia,
D1
, Refocosta, El Espectador
y más. Esta diversificación no responde a una estrategia azarosa, sino a una depuración consciente. “Cuando tomamos la decisión de invertir, miramos compañías en las que se pueda crear valor, con impacto positivo en el país”,
explica Arrubla.
Uno de los casos más emblemáticos es el de D1, una cadena que
hoy llega a más de 500 municipios del país. Para Arrubla, el verdadero orgullo de esta empresa no está solo en sus cifras récord, sino en lo que representa
: “D1 no es solo precios bajos, es una oferta de productos de alta calidad. El 88% de nuestros productos son nacionales y tenemos más de 550 proveedores, muchos de los cuales han crecido de la mano con nosotros”.
Innovación con sentido social
Otro ejemplo del impacto transformador que promueve Valorem es Refocosta, que
pasó de ser una empresa forestal a una pionera en generación de energía verde con proyectos de biomasa en regiones apartadas como Puerto Carreño
. “Logramos darle su autonomía energética a través de este proyecto. Hoy tenemos una alianza con EDF de Francia para abrir nuevas plantas, como la de Villanueva de 25 MW”, relata Arrubla.
En el sector audiovisual, Caracol Televisión también refleja esta visión adaptativa. Con la creación de su plataforma digital “D Go”,
buscan responder a los nuevos hábitos de consumo y monetizar contenidos de forma innovadora.
“Tenemos que llegar a los clientes de una manera distinta, no solo por televisión abierta”, afirma. “Me he gozado ese proyecto desde la construcción. El impacto que tiene en la gente es inmenso”, dice con orgullo.
Asimismo, Arrubla está comprometido con la educación y la competitividad. Miembro del Consejo Superior de la Universidad de los Andes y aliado de iniciativas como Colfuturo, insiste en que
“la educación es una forma de salir de trampas de pobreza. Hoy más que nunca debemos aprender, desaprender y volver a aprender”.
Un llamado a la acción para los jóvenes
A las nuevas generaciones les deja un mensaje poderoso: “
Oportunidades siempre va a haber, pero hay que esforzarse, ser disciplinado y trabajar.
Hay que mirar más allá, tener visión de largo plazo. El mañana va a ser mejor, pero
depende de nosotros construirlo
”.
Felipe Arrubla representa
un tipo de liderazgo que apuesta por el país desde la acción, no desde la queja
. Cree que si los colombianos invierten en Colombia, el mundo también lo hará. Y así, con
optimismo, coherencia y trabajo colectivo, construye una Colombia más competitiva, más sostenible y más unida.